¿Por qué tu empresa necesita un programa de integridad para competir en licitaciones públicas?
1 enero, 2024La clave del éxito en las compras públicas: programas de integridad y compliance
8 enero, 2024Los Programas de Integridad y Compliance han dejado de ser una opción para convertirse en una exigencia formal para los proveedores del mercado público en Chile. Desde el dictamen E370752 de la Contraloría General de la República, publicado el 20 de julio de 2023, estas iniciativas buscan prevenir riesgos de corrupción y garantizar la transparencia en las compras públicas.
En este artículo, explicaremos qué es un Programa de Integridad y Compliance, por qué su implementación es obligatoria y cómo tu empresa puede beneficiarse de esta regulación.
¿Qué es un Programa de Integridad?
Un Programa de Integridad es una guía estructurada que ayuda a las organizaciones a actuar de manera ética, transparente y en cumplimiento con las normativas legales aplicables. Consiste en:
Documentación formal: Reglas claras y procesos definidos que aseguran comportamientos honestos y evitan conflictos de interés.
Mecanismos de control interno: Procedimientos para prevenir y detectar conductas indebidas.
Canales de denuncia: Vías efectivas para reportar infracciones o malas prácticas.
Sanciones claras: Repercusiones para quienes incumplan el programa.
Actualización periódica: Ajustes regulares para mantener el programa alineado con las leyes y buenas prácticas.
En palabras simples, es una herramienta que fomenta la integridad empresarial y la prevención de delitos como el lavado de activos, financiamiento del terrorismo y cohecho, tal como lo estipula la Ley N° 20.393.
¿Por qué es obligatorio para los proveedores del mercado público?
La obligatoriedad de los Programas de Integridad y Compliance surge de la necesidad de reducir los riesgos de corrupción en las compras públicas. Según el dictamen de la Contraloría, los proveedores deben acreditar que cumplen con estos programas para poder participar en licitaciones.
Las principales razones son:
Evitar la exclusión: Empresas que hayan sido condenadas por prácticas antisindicales, infracciones laborales o delitos concursales no podrán contratar con el Estado.
Cumplir con la Ley N° 20.393: Prohíbe la contratación con entidades culpables de lavado de activos, cohecho y financiamiento del terrorismo.
Libre competencia: El Decreto Ley N° 211 establece prohibiciones temporales para proveedores que incurran en prácticas contrarias a la competencia.
Garantizar transparencia: Los organismos incluyen pactos de integridad y criterios de evaluación específicos en licitaciones para asegurar que los proveedores cuenten con programas efectivos.
En resumen, no contar con un Programa de Integridad puede excluir a tu empresa del mercado público, lo que podría limitar seriamente tus oportunidades de negocio.
Beneficios de implementar un Programa de Integridad
Aunque la obligatoriedad surge como un requisito legal, implementar un Programa de Integridad trae beneficios que van mucho más allá del cumplimiento:
Ventaja competitiva: Muchas empresas deciden no implementar el programa. Al cumplir, te destacas en procesos de licitación.
Prevención de riesgos: Minimiza riesgos legales, económicos y reputacionales.
Cultura organizacional: Mejora la ética y el compromiso dentro de la empresa.
Confianza del cliente: Refuerza tu reputación como proveedor íntegro y confiable.
Además, adoptar un Programa de Integridad es un paso fundamental hacia el desarrollo de un Modelo de Prevención de Delitos, especialmente ante el endurecimiento de penas de la reciente Ley de Delitos Económicos.
¿Cómo comenzar a implementar un Programa de Integridad?
Implementar un Programa de Integridad no tiene por qué ser complicado. Los pasos clave incluyen:
Evaluar tu situación actual: Diagnóstico de riesgos y necesidades.
Compromiso de la alta dirección: Asegúrate de que la dirección respalde el programa.
Diseñar políticas claras: Documentar las reglas de comportamiento y control.
Capacitar a tu equipo: Educar a tus empleados sobre el programa y su importancia.
Establecer canales de denuncia: Implementar vías seguras y confiables para reportar irregularidades.
Monitorear y revisar: Mantener el programa actualizado y alineado con las leyes vigentes.
Conclusión
Un Programa de Integridad y Compliance no es solo una exigencia legal, sino una oportunidad para fortalecer tu negocio y generar confianza en el mercado público. Adoptarlo te permitirá competir con ventaja, reducir riesgos y posicionar a tu empresa como un proveedor íntegro y responsable.
Si tu organización aún no cuenta con un Programa de Integridad, es el momento ideal para empezar. Recuerda: cumplir con las exigencias de la Contraloría no solo te abrirá las puertas a nuevas oportunidades, sino que también protegerá a tu empresa a largo plazo.
¡Haz de la integridad una ventaja competitiva para tu empresa!